Descubre cuál es tu cronotipo

La Cronobiología es la disciplina encargada del estudio de los ritmos biológicos. Entre estos se encuentran los ritmos circadianos, relacionados con cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo de 24 horas. Son una especie de reloj biológico que se encarga de regular procesos fundamentales como el de sueño y vigilia, el apetito, la función cognitiva, o los estados de ánimo.

Estos ritmos circadianos son importantes porque pueden llegar a determinar cuestiones fundamentales para la salud si presentan desajustes. En muchos casos, estos desajustes se producen por causas externas al individuo como los turnos rotativos de trabajo, el jet lag, alimentarse en exceso por la noche o reducir las horas de sueño.

Pero los ritmos circadianos también son importantes por la influencia que tienen en nuestra conducta y personalidad, a través de los denominados cronotipos.

Qué es el cronotipo

Cuando hablamos de cronotipo hablamos de la tendencia persistente de cada persona a desarrollar actividades físicas o mentales, en función del horario en que se encuentre.

Muchas personas, por ejemplo, son incapaces de llevar a cabo una actividad intelectual nada más despertarse siendo más productivas por la tarde. O viceversa, hay personas que prefieren realizar actividades físicas por la mañana, en lugar de posponerlo a las últimas horas del día.

Esto se debe a que cada persona presenta un cronotipo característico que determina su conducta a lo largo del día e incluso su personalidad.

Presentar un cronotipo u otro puede depender de diferentes factores como los genéticos, ambientales o las variables sexo y edad. Por ejemplo, durante la vejez se suele preferir llevar a cabo las actividades por la mañana mientras que los más jóvenes, habitualmente, prefieren la tarde o incluso la noche.

Tipos de cronotipos

Diferentes fuentes suelen catalogar los tipos de cronotipo en función del momento en que se esté más activo y alerta, produciéndose un mayor rendimiento tanto físico como intelectual.

Alondra: tipo matutino.

El cronotipo matutino o alondra concentra más su energía y productividad en las primeras horas de la mañana, tras un despertar temprano sin necesidad de mucho esfuerzo. Durante la mañana este tipo de personas cuenta con un mayor estado de alerta y regularidad en sus actividades.

Muchos estudios apuntan a que las personas matutinas presentan características organizativas y sistemáticas.

Búho: tipo vespertino.

Las personas con un cronotipo búho o vespertino tienden a focalizar sus esfuerzos físicos o mentales hacia la tarde ya que es cuando cuentan con mayor nivel de energía y suelen estar más alerta. Por el contrario, durante la mañana sus capacidades parecen verse mermadas requiriendo de un mayor esfuerzo para realizar las tareas.

La creatividad e innovación suelen ser capacidades que se atribuyen a las personas que presentan este tipo de cronotipo.

Intermedio.

Muchas investigaciones apuntan a que la mayoría de las personas se integran en el cronotipo intermedio. Esto quiere decir que estas personas tienen la capacidad de rendir y funcionar perfectamente, tanto en horario de mañana como de tarde.

Por qué es importante que conozcas tu cronotipo

Identificar nuestro cronotipo es fundamental para llevar un ritmo acorde a las exigencias y necesidades del día a día. Conocer los momentos en los que las funciones cognitivas presentan un mayor rendimiento permitirá establecer unos horarios de trabajo o estudio óptimos, pudiendo también determinar cuándo es el mejor momento para bajar la actividad y descansar.

Así, por ejemplo, los cronotipos matutinos tienden a acostarse temprano y madrugar sin demasiada dificultad. Los cronotipos vespertinos, por el contrario, prefieren retrasar la hora de irse a la cama, al presentar mayor actividad durante las últimas horas del día, y consecuentemente tienen más dificultades para levantarse temprano.

Pero la realidad es que, muchas veces, nuestro ritmo de vida o las necesidades del día a día, no siempre coinciden con nuestro cronotipo. Nuestro turno de trabajo, los momentos que podemos dedicar al estudio o el periodo que tenemos disponible para hacer ejercicio pueden entrar en conflicto con nuestras preferencias en cuanto al momento más favorable para desarrollar las diferentes actividades.

En estos casos, siempre hay que tener en cuenta que la prioridad sería poder cuidar el tiempo de descanso y sueño ya que, de lo contrario, nuestro bienestar podría verse afectado. Sin embargo, esto es algo que no siempre resulta sencillo si, por ejemplo, los cronotipos vespertinos tienen sólo disponibles las mañanas para estudiar o los cronotipos matutinos tienen que trabajar por la noche. Este tipo de situaciones pueden trastocar la higiene de sueño de estas personas. Para ayudar a que esto no ocurra, se puede hacer uso de complementos alimenticios que contienen melatonina y son una ayuda efectiva para ajustar las horas de sueño a las exigencias diarias.

Además, en los momentos en los que de forma puntual una persona con un cronotipo muy marcado debe cambiar su rutina y sufre episodios de insomnio, puede recurrir a medicamentos sin receta recomendados para poder conciliar el sueño como son los compuestos por doxilamina. Son efectivos en la reducción del tiempo de inicio, así como en incrementar la profundidad y duración del mismo.

Tanto los complementos alimenticios, como los medicamentos sin prescripción médica se dispensan en las farmacias, donde te podrán aconsejar sobre su uso.

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