DESPERTAR PRECOZ: ¿POR QUÉ NOS DESPERTAMOS ANTES DE TIEMPO?
Una de las situaciones más frustrantes que podemos experimentar es la de despertarnos antes de que suene la alarma del despertador. Algo bastante habitual a lo que muchas personas no le prestan demasiada atención pero que, para otras, puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza que afecta a su calidad de vida y a su actividad diaria.
Conocer las causas y la extensión del problema es algo fundamental para poder tomar las medidas oportunas y resolver la situación para obtener un correcto descanso.
¿Qué puede provocar un despertar precoz?
Son muchas las razones por las que podemos despertarnos antes de tiempo.
Entre ellas, las más habituales pueden estar relacionadas con los cambios propios de la edad, los cambios hormonales como los que se dan durante el embarazo o la menopausia, o situaciones puntuales de estrés.
Pero también puede deberse a causas más graves como padecer determinados trastornos, tanto de tipo emocional, como mental, o del sueño.
La frecuencia, el momento en el que se produce el despertar en relación a la hora prevista y la imposibilidad de volver a conciliar el sueño, son algunos de los criterios a tener en cuenta de cara a la valoración del problema.
Despertar precoz, un tipo de insomnio
El insomnio es un trastorno que normalmente se asocia con la dificultad o imposibilidad de conciliar el sueño.
A pesar de esta creencia generalizada, es importante destacar que el insomnio no sólo se produce por este aspecto. También hablamos de insomnio cuando se presentan dificultades para mantener el sueño, una vez se haya conseguido conciliar el mismo o cuando se manifiesta una sensación de no haber obtenido un descanso reparador.
Por otro lado, si atendemos a los criterios de clasificación, podemos encontrar diferentes tipos de insomnio. En este sentido, si nos fijamos en el momento de la noche en que aparece, podemos encontrar:
- Insomnio de conciliación: caracterizado por la dificultad de conciliar el sueño debido a causas relacionadas con determinados problemas médicos, el uso de ciertos fármacos, o con los estados de ansiedad.
- Insomnio de mantenimiento: a diferencia del anterior este tipo de insomnio se caracteriza por añadir periodos de vigilia o breves despertares a la mencionada dificultad por conciliar el sueño.
- Despertar precoz: aquel que se da cuando el despertar se produce, como mínimo, dos horas antes de lo previsto, siendo imposible o muy difícil volver a conciliar el sueño con posterioridad.
Teniendo esto en cuenta, será importante prestar atención a este tipo de situaciones y consultar con los profesionales sanitarios, especialmente si ocasionan disfunciones durante el día como somnolencia y cansancio excesivo, irritabilidad, ansiedad, o dificultad de concentración, entre otras.
Recomendaciones para controlar el despertar precoz
Una vez vistas las razones que pueden explicar un despertar más temprano de lo esperado, también es importante indicar que no siempre este despertar precoz tiene que ser sinónimo de que se esté atravesando un problema de salud.
Por tanto, antes de activar las alarmas será importante reconocer el tipo de situación que se está atravesando e intentar poner en práctica una serie de consejos destinados a mejorar el estilo y los hábitos de vida, siempre que se trate de un problema puntual:
- Prepara la habitación antes de irte a la cama: manteniendo la estancia lo más oscura posible y evitando las luces parpadeantes de relojes y otros dispositivos.
- Cumple los horarios: manteniendo siempre la misma rutina en el momento de acostarte y levantarte. También es importante cenar a la misma hora cada día, dejando un espacio de tiempo prudente entre ésta y el descanso, además de evitar tomar sustancias estimulantes una vez pasado el medio día.
- No agraves el problema: mantén la habitación a oscuras si te despiertas demasiado pronto e intenta relajarte. Si has pasado una mala noche, evita las siestas prolongadas al día siguiente.
Además, si los episodios de despertar precoz se producen durante una temporada en la que el insomnio aparece de forma puntual, debido por ejemplo al estrés, también es posible recurrir a medicamentos avalados por las autoridades sanitarias como los compuestos por doxilamina. Son efectivos en incrementar la profundidad y duración del mismo, así como en la reducción del tiempo de inicio del sueño. Se dispensan en farmacias y es el profesional sanitario quien mejor te podrá aconsejar sobre su uso, ya que éste no debe prolongarse más de 7 días sin contar con prescripción médica.
BIBLIOGRAFÍA
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