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SPM E INSOMNIO: CÓMO AFECTA AL SUEÑO EL SÍNDROME PREMENSTRUAL

El ciclo menstrual femenino es un fenómeno natural que acompaña durante décadas a las mujeres, pero todavía se difunde poca información al respecto y no se suelen abordar las implicaciones que conlleva para su día a día.

Uno de los aspectos más desconocidos en este ámbito es el llamado síndrome premenstrual (SPM), un trastorno que engloba diferentes síntomas que pueden llegar a suponer un impedimento para la actividad cotidiana de muchas mujeres. Entre sus síntomas puede estar el insomnio.

¿Qué es el SPM?

El síndrome premenstrual es un trastorno recurrente asociado al ciclo menstrual y que presentan 3 de cada 10 mujeres. 

Se trata de un conjunto de síntomas físicos, psíquicos o emocionales, molestos y repetitivos, que padecen más frecuentemente las mujeres de entre 20 y 45 años.

Estos síntomas suelen aparecer previo a la menstruación, desapareciendo el día anterior o durante el primer día de regla. No obstante, en algunos casos los síntomas pueden prolongarse a lo largo de toda la menstruación, cesando al final del periodo.

Aunque en la actualidad se desconocen las causas que lo provocan, sí se barajan algunos factores como la predisposición genética, los cambios hormonales, los factores endocrinos o el estrés, entre otros.

Como se comentaba anteriormente, se trata de un síndrome que disminuye la calidad de vida de las mujeres que lo padecen y que puede llegar incluso a afectar a su rendimiento laboral. Algo en lo que influirá el tipo de síntomas que se presenten así como la gravedad de los mismos.

¿Cuáles son los síntomas del SPM?

En primer lugar conviene destacar que no todas las mujeres presentan los mismos síntomas, variando igualmente en intensidad en función de cada persona o ciclo menstrual.

También es importante indicar que existen más de 150 síntomas asociados al SPM. En el 30 % de los casos suelen ser moderados y sólo entre un 5 % y un 10 % de las mujeres presentan síntomas graves que impiden una actividad normalizada. 

En este sentido, podemos encontrar síntomas inespecíficos como cefaleas, vértigo, palpitaciones, estreñimiento, nauseas, vómitos o acné. 

También síntomas más comunes como cambios del estado anímico, ansiedad, agotamiento, problemas de concentración o insomnio.

Además, otros trastornos preexistentes como los cutáneos, los respiratorios o del sueño como en el caso del insomnio, pueden empeorar durante el SPM.

SPM e insomnio

Algunos estudios estiman que casi el 75 % de las mujeres experimentarán síntomas similares a los del síndrome premenstrual a lo largo de su vida.

En el caso de los síntomas relacionados con los problemas de sueño, los investigadores todavía desconocen por qué el SPM afecta negativamente al descanso. Lo que sí parece claro es que las mujeres que padecen síndrome premenstrual tienen el doble de posibilidades de padecer insomnio, que aquellas que no lo padecen (diversos estudios han demostrado que el sueño empeora cuando surge el síndrome premenstrual, en comparación con otras fases del ciclo). 

Entre las causas, el cambio de los niveles hormonales durante el SPM provoca dificultades para conciliar el sueño, así como interrupciones durante el mismo, debido a su influencia y efectos sobre la temperatura corporal y la producción de melatonina.

Mientras que el aumento de la temperatura puede causar un sueño fragmentado, las alteraciones en los niveles de melatonina provocan que conciliar, mantener y tener un descanso óptimo sea más difícil.

¿Cómo conciliar el sueño durante el SPM?

Los días previos a la menstruación son los que en mayor medida se manifiestan este tipo de problemas, de ahí que tomar ciertas medidas durante este periodo sea especialmente importante para intentar evitar problemas de sueño.

En cualquier caso, la mejor estrategia para mantener un correcto descanso, tanto durante el SPM como durante los días posteriores al síndrome premenstrual, pasa por establecer una correcta higiene del sueño a través de una rutina saludable.

Algunas de las pautas recomendadas son:

  • Mantener unos horarios de sueño regulares y acostarse y levantarse siempre a la misma hora.
  • Evitar comidas copiosas durante la cena y esperar un mínimo dos horas para acostarse.
  • También es recomendable evitar sustancias excitantes como té y café, especialmente en las últimas horas del día.
  • Mantener la actividad física. No es necesario hacer deporte de forma intensa, pero es beneficioso andar o hacer alguna actividad que no requiera un excesivo esfuerzo físico.
  • Evitar las siestas prolongadas.

Si aun así no se consigue conciliar el sueño, y para aquellos casos de insomnio puntual, se puede recurrir a medicamentos avalados por las autoridades sanitarias como aquellos compuestos por doxilamina.

Se trata de una sustancia efectiva en la reducción del tiempo de inicio del sueño, así como en incrementar la profundidad y duración del mismo.

Se dispensan en las farmacias y es el profesional sanitario quien mejor te podrá aconsejar sobre su uso ya que éste, no debe prolongarse más de 7 días sin contar con prescripción médica.

BIBLIOGRAFÍA

  1. López Luengo, Mª Tránsito. Síndrome premenstrual. Revista Offarm, Vol. 23. Núm. 11. páginas 92-95. Elsevier. [Internet] 2004 [consultado el 21/06/2022] Disponible: https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-sindrome-premenstrual-13069632
  2. Pinkerton, JoAnn V. Síndrome premenstrual. Manual MSD, versión profesionales. [Internet] 2020 [consultado el 21/06/2022] Disponible: https://www.msdmanuals.com/es/professional/ginecolog%C3%ADa-y-obstetricia/anomal%C3%ADas-menstruales/s%C3%ADndrome-premenstrual-spm
  3. Suni, Eric. PMS and Insomnia. Sleep Foundation. [Internet] 2022 [consultado el 21/06/2022] Disponible: https://www.sleepfoundation.org/insomnia/pms-and-insomnia